A buena parte de las personas, de vez en cuando se nos cruza por la cabeza una posible idea de negocio, bien porque observamos alguna necesidad mal cubierta, bien porque vemos a alguien a quien le va bien o simplemente porque vemos el cartel de “Se Traspasa” en un local que nos parece atractivo.
En primer lugar, hay que destacar que una buena idea no significa que haya una oportunidad de negocio. La clave para el éxito está en identificar ideas que vayan a ser aceptadas por el mercado, para lo que conviene estudiar detenidamente a la clientela y a la competencia.
La idea es sólo uno de los ingredientes del cocktail “Idea + Personas + Capital”, que son los tres elementos necesarios para crear un negocio. La idea por sí sola no vale nada, lo importante es la capacidad de ponerla en funcionamiento y en eso tienen mucho que ver las personas y el dinero.
¿Cómo se suelen encontrar las ideas de negocio?
Hay diversas maneras, veamos las más habituales:
- A través de la experiencia profesional, la formación recibida o las aficiones personales. Si tienes experiencia en cualquier materia será más fácil que encuentres ideas de negocio en ese campo. Y probablemente con mayores posibilidades de éxito que en campos que no conoces bien.
- Mediante la observación del entorno y la detección de necesidades insatisfechas. Por ejemplo piensa en qué productos y servicios se podrían desarrollar para mejorar tu vida personal o profesional o la de tus familiares y amistades.
- Repitiendo experiencias ajenas, es decir, copiando algo que funciona bien. Viajar suele ser de gran ayuda en este sentido. Y copiar es la mayor fuente de ideas de negocio.
- Franquicias, que nos facilitan la copia de un modelo de negocio que ha tenido un éxito demostrado.
- Nuevos usos y nuevas formas de vender un producto o servicio ya existente. Por ejemplo Internet ha cambiado la forma de vender el turismo.
- Invención de un producto o servicio totalmente nuevo. Esto es lo más difícil, no sólo por la dificultad de dar con el invento del siglo, sino porque además la vida de las personas pioneras suele ser más azarosa.
La importancia de la Innovación
Vivimos en un mundo muy competitivo. En casi cualquier actividad que queramos realizar existe un alto grado de competencia y si no, pronto la habrá. Por ello resulta más importante que nunca diferenciarnos de la competencia y para ello hay que hacer algo innovador que realmente mejore la experiencia de la clientela.
Inventar un producto o servicio totalmente nuevo es algo muy difícil y que está al alcance de muy pocas personas. La gran mayoría de las veces, innovar consiste en mejorar lo que ya se hace, introduciendo algún elemento diferenciador en algún aspecto del negocio (comercialización, presentación, complementos …). La gran innovación de Tele-Pizza fue el reparto a domicilio y constantemente vemos como se siguen abriendo bares que tienen éxito, seguramente porque están ofreciendo alguna novedad en cuanto a diseño y decoración, ambiente, música o tapas y bebidas. Un negocio de toda la vida con unas pinceladas que lo hacen diferente.
¿Cómo evaluar tus ideas de negocio?
Antes de realizar un análisis en profundidad conviene que reflexiones sobre las siguientes cuestiones:
- ¿El mercado al que me voy a dirigir va a crecer, se va a mantener o va a decrecer?
- ¿Hay hueco de mercado suficiente para que yo entre?
- ¿Nos aceptarán tanto la clientela como las empresas distribuidoras? ¿Realmente les ofrezco algo diferente?
- ¿Qué recursos son necesarios? ¿Están a mi alcance?
- ¿Encaja con mis objetivos personales y profesionales?